Adornando con globos de colores rojo y amarillo el altar de San Baltasar, Ramona González (26) contó su gran amor y devoción por el Santo Rey, quien le dio otra oportunidad de vida cuando ella estaba a un paso de volverse un angelito.

“Cuando era bebé me había agarrado dengue hemorrágico y casi morí. Cuando mi abuela se enteró de eso le pidió a mi mamá que me lleve a la Argentina para que me rece ante San Baltasar y desde ahí todo volvió a cambiar”, contaba emocionada, secándose el sudor de la frente.

Ella, acompañada de su familia, cada año se prepara para hacer una gran fiesta en honor al santo negro, para que los mitã’i de la zona Villa Industrial, II Etapa, de San Lorenzo, disfruten de algo bien rico por el día de los Reyes Magos: una feroz torta de casi ¡80 kilos!

“Desde agosto que empezamos con los preparativos y todos los años es impresionante la cantidad de niños que vienen”, contaba la joven entre risas del orgullo innegable que sentía por saber que estaba haciendo algo bueno por los demás.

Aseguró que su abuela, quien vive en curepilandia, también todos los años honra al Santo Rey y que junto a ella, años atrás, cuando tenía 15, había dejado como promesa a San Baltasar su larga cabellera.

Esta niña sintió el “Milagro”

Sentada sobre una silla de cable, a escasos metros de la capillita San Baltasar, de Capiatá, se encontraba ña Ramona González con su pequeña de 5 añitos vestida con el atuendo del Santo Rey, a quien fue a cumplir con su promesa.

Milagros es el nombre de una niña quien sintió la bendición del santo a poder caminar por primera vez luego de 5 años de vida, ya que ella tenía problemas para caminar.

“Gracias al Santo Rey, mi hija pudo caminar a sus 5 añitos y esto solo es por el milagro del santo”, expresó la doña.