SAN PEDRO DEL PARANÁ. La historia de Pablo recorrió el país. El hombre de 56 años, quien nació sin posibilidades de valerse de brazos y piernas, vivía en compañía de su madre, una mujer de ya avanzada edad, y lo que más quería era poder al menos tener una silla de ruedas que le permita un poco más de libertad a la hora de manejarse en el día a día, ya que usaba como medio de locomoción una vieja carretilla de madera.
La Senadis se puso en contacto con la Gobernación de Itapúa y la Comuna local para poder cumplir con una ayuda para Pablo. Fue así que en la mañana de ayer logró hacerse de una silla de ruedas.
Diego Samaniego, capeto de la Senadis, indicó el placer que le causa poder ayudar a personas como Pablo, e indicó que seguirán luchando por darles una mejor calidad de vida.
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