SAN LORENZO. Basta con recorrer unos 50 metros por las calles San Lorenzo y Azara para que tus nervios exploten, y se ponga a prueba tu destreza al volante para poder esquivar los “papá guazú de los baches” que se encuentran en ambas calles, salís de una y al instante te topas con otro más grande.
Si te descuidas de uno podes terminar con tu vehículo adentro y chau tren delantero, los días de lluvia son mucho peores y es una verdadera trampa porque el caudaloso raudal cubre por completo estos pozos y si no conoces el sitio corres un gran peligro de sufrir un percance mortal.
Los motociclistas son las víctimas número uno de estas calles porque ya varios fueron tragados por estos hambrientos baches que ya tienen una enorme lista de gente que quedó atrapada en una de los tantos que existen solo en esas dos calles.
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