• HACIA LA RIBERA. Desde distintas partes vienen a rezar al angelito, que tiene su nicho en Puerto Falcón

PUERTO FALCÓN. Rodeado por el trajinar de los vehículos en esa zona, donde se ubica un puesto fronterizo con Argentina, un nicho milagroso llama la atención por la cantidad de gente que a diario se congrega allí, a la vera del camino a Nanawa, en el lugar conocido como Calle 3.

Es el sitio de descanso del pequeño Jesús, un niño que murió trágicamente a la corta edad de seis años y a manos de su propio padre, pero cuya historia se revirtió luego en un hecho milagroso.

Los lugareños dicen que su pequeño santuario es un “kurusu poderoso” que cumple los pedidos de sus feligreses.

Cuenta don Óscar Gómez, quien vive en las cercanías, que la historia de Jesús es tan triste que conmovió a toda la ciudadanía, debido a las circunstancias en que se dio. Su cuerpo fue encontrado en un yuyal, a orillas de la ruta.

“Al poco tiempo de eso, las personas venían a rezarle y se encomendaban a él, ya que todos sus pedidos él les cumplía y todo esto que tiene hoy es obra de sus promeseros”, contó don Óscar.

Agregó que cada 1 de diciembre, fecha del nacimiento de Jesús, los feligreses en su nombre hacen una gran fiesta para celebrar su santo ára. “A él se le mató el 15 de marzo del 2015, pero en su cumpleaños es que los promeseros vienen junto a él a traerle regalos. Hay muchos testimonios de sus milagros y siempre la gente que pasa se queda a rezarle y a prenderle una vela”, terminó diciendo Gómez, prendiendo una vela al nicho.