Tengo un amigo que se quiere casar conmigo, él está en EE. UU., pero yo no lo amo. Yo me animo a hacer ese sacrificio, esperar por el amor hasta tener mis cosas, el pasaje me va a prestar y después me cobra con intereses cuando ya trabaje, ese es un arreglo. Allá hay que estar casado como un año, para que las autoridades crean, tu ropa tiene que estar en la casa en el mismo ropero porque hacen un chequeo mensual.

Yo supongo que después de dos años ya podríamos regresar nuevamente o mejor dicho recién, puede ser más, depende de cómo me vaya, pero creo que ese tiempo es lo suficiente como para tener una casa, auto, un negocio y alguna que otra propiedad.

Bueno, eso si administro bien la plata, porque muchos van allá, alucinan y vienen acá a gastar todo lo que ahorraron a fin de año. Acá vos tenés una profesión y ves que tu plata no te sirve, no vas a ningún lado, yo no veo los resultados. Los que fueron allá tienen todo. Si bien es duro, vos te vas a trabajar de empleada doméstica, pero con eso podés hacer en un año lo que en cinco años con tu sueldo de “profesional” no podés hacer acá.

Yo tengo novio, yo le conté todo, estoy dispuesta a dejarlo por un tiempo y si es que no aguanto vuelvo. Le dije que me voy a casar, pero me voy a divorciar otra vez, un negocio es eso, se le paga al nacionalizado. El precio hay que ver, menos de 3.000 dólares no creo, pero antes ya te consiguen laburo y la plata está asegurada para ellos.

Si voy, ¿qué creés que pueda pasar?, ¿creés que nuestro amor pueda perdurar?, ¿de qué dependería?

NANCY, DE ASUNCIÓN, 22 AÑOS

RESPUESTA: un lado debo recordarte que las cosas materiales no compran la felicidad y en este tiempo que pasa tan rápido, uno debería evitar perder tanto en lo superficial y concentrarse en vivir cada momento en armonía con lo que se tiene al lado de la persona que se ama o se elige amar. En tu caso particular sería pensar un poco más que eso, porque estás con novio y si creés que es el amor de tu vida, es una prueba bastante dura para una relación, están en juego las emociones, la distancia y el tiempo que tarde o temprano pasan la factura. A veces uno quiere pensar que si realmente se aman, entonces las limitaciones no importan, pero tendrás que decidir si quieres una relación de telenovela o algo más realista, una que se forma y transforma en el día a día cotidiano. Todo dependerá de la franqueza con que asuman el compromiso y al acuerdo en que lleguen, al fin y al cabo es una decisión de ambos.

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