Luego de una larga estadía en terapia intensiva, la quinceañera obligada a ingerir soda cáustica por la dueña de la casa donde vivía como “criada”, abandonó esta unidad. Con favorable evolución, continúa con daños graves y bajo la atenta mirada y cuidado de los profesionales.
“Es una batalla ganada, pero no la guerra”, le bajó el Prof. Dr. Aníbal Filártiga, añadiendo que podrían darse complicaciones, pero que de momento evoluciona bien. Agregó que ya se alimenta con líquidos en pequeñas cantidades para probar la tolerancia de su esófago, pero que continúa con ingestión por sonda.
Comentarios