• VALÍA MUCHA PLATA. El seguro de vida cotizaba altamente al hombre muerto.

SAN ANTONIO. Cuatro años de relación, dos años de convivencia y a meses de cumplir un año de haberse dado el “sí”. La muerte de don Juan Antonio López Cantero sorprendió a todos, desde familiares, vecinos, amigos, y todo cuanto lo conocía. Tan solo al mirar la escena los investigadores apuntaron a su media naranja. Sin embargo, Gladys Andrea Garay aseguró ser inocente.

“La fiscala me mandó detener porque yo me fui a buscar algunas cosas de la casa para llevar a lo de mi mamá, por lo visto pensó que yo quería huir”, aseguró la mujer.

De acuerdo a los datos manejados por la letrada, María José Pérez, el cuerpo del finado presentaba dos pequeñas heridas en la espalda, aparentemente realizadas con una picana eléctrica, y un corte en el cuello de 8 centímetros, realizado aparentemente con un bisturí o un elemento de gran filo. Considerando que la detenida es enfermera, apuntaron directamente a ella.

A la llegada de la Policía, la mujer se encontraba encerrada en una de las habitaciones de la casa con su hija de 14 años. La misma había dado aviso a la Policía, manifestando que eran víctimas de delincuentes, quienes tras forcejear y luchar con su marido, lo mataron.

La misma admitió que con el hombre contaban con un seguro de vida, cotizado en un millonario monto.

RASTROS NO

Según la fiscala en el sitio no se constataron rastros de peleas, violencia o forcejeo, ni en el cuerpo de defensa. Gladys fue imputada como presunta autora del hecho, por homicidio doloso.