YASY KAÑY. Antes que la luz del sol dé su primer brillo de la mañana, don Hilarión Montero (74), luego de unas rondas de mate acompañado de su señora, se alista para ir al kokue llevando su pala y su asada, instrumentos que utiliza diariamente para trabajar la tierra de su chacra.
Don Hilarión, hombre de piel morena y arrugas que le fueron quedando con el paso del tiempo, es un karai muy admirado por los pobladores de la zona, ya que él había perdido una de sus piernas a consecuencia de un cáncer en los huesos con el cual había lidiado por muchos años.
“Me enfermé mal, tuve cáncer de los huesos y mi médico me dijo que mi única salvación era que me saquen mi pierna y me sacaron, hace varios años ya de eso”, contó don Montero.
A pesar de no contar con todas sus extremidades, asegura que el trabajo está antes que todo y que no hay que dejarse estar por más que las dificultades de la vida sean muy duras.
“Hay que trabajar o si no quién nos va a dar de comer, no hay que ser haragán porque el trabajo debe estar ante todo”, terminó diciendo don Hilarión y aseguró que sus 74 años no le hace estar quieto ni un rato.
SIN HIJOS
Don Montero y su señora nunca tuvieron hijos y pelearon juntos todo este tiempo. Un ahijado vive con ellos y ellos son como sus padres para él.
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