Óscar Chávez no tuvo de otra que devolver el cargo a su amigo Rodolfo Friedmann tras la lectura de la medida judicial presentada. Supuestamente Friedmann había renunciado ayer mediante una nota que dejó en la secretaría (mientras él estaba lejos, de luna de miel).

El mismo denunció que la misiva no fue presentada por él y la supuesta firma suya era falsa. Chávez he’i kuehe que no renunciaría por más que su amigo había desmentido su dimisión al cargo.

Así culmina una historia de un matrimonio pyahu, una luna de miel, una gobernación, varios concejales y dos gobernadores. El bolonqui solo duró dos días, pero queda en el recuerdo que en gua’ilandia llegaron a tener dos titulares al frente de la Gobernación.