Tras llevar su cuerpito por unos días a la penitenciaría de Emboscada, finalmente el padre Silvestre Olmedo, investigado tras ser acusado de “toquetón”, consiguió que se le dé una prisión domiciliaria en tanto se siga con la causa.

La jueza Penal de Garantías de Limpio, Elsa Idoyaga, quien fue la misma que lo quiso poner en Tacumbú, ahora le otorgó medidas alternativas. Una de las cuestiones más relevantes pasa por el hecho de que todo se centra actualmente en acoso sexual, descartándose otras figuras más pesadas que en su momento también fueron mencionadas por la Fiscalía.

Eso sí, hubo que poner más de 150 millones de guaraníes como “garantía” que el pa’i no desaparecerá de la faz de la tierra en tanto se tramite la causa a la vez que se le prohibió acercarse a la mujer que radicó la denuncia y que está detrás de todo es guarara.

Como lugar para cumplir la condena se lo llevó a un retiro en la ciudad de Luque.