SAN LORENZO. En diciembre pasado, la pequeña Jennifer León, de tan solo 8 añitos, hacía un único pedido a Dios a través de una carta que ella misma escribió. Lo único que ella quería como regalo de Navidad era un corazón nuevo para salir del Hospital Acosta Ñu, que es donde está internada hace meses.
El pedido que a la vez estaba dirigido a las personas que tengan la posibilidad de donar el órgano, hasta hoy día no tuvo una respuesta certera. Aparecieron algunos donantes, pero no resultaron ser compatibles, aseguró la mamá de la pequeña Virginia Aguilar.
Dijo que la niña hoy día está cansada y triste, pues ya es mucho tiempo que está internada esperando que su pedido sea respondido.
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