GUSTAVO GALEANO. Corresponsal.

Muchos dicen que el famoso juego de la “ruleta rusa” es del “demoño”. Lo cierto es que se cobró una vida más. Un mitã’i de 14 años que se estaba “familiarizando” con un arma de fuego repentinamente cayó muerto tras supuestamente gatillar la pistola que estaba maniobrando como si fuera un simple juguete.

El trágico suceso fatal caracterizado como el juego de la “ruleta rusa”, ocurrió en el barrio chuchi Boquerón II de Ciudad del Este, dentro del domicilio de don Carmelo Javier Cáceres, resultando como finado su hijo de 14 años identificado como M. J. C. R.

A juzgar por las declaraciones de un primo de la víctima fatal, pasaron horas de advertencia para que el pariente dejara de jugar con el arma. Sin embargo, minutos después de abandonar la casa, el pequeño familiar ya escuchó el tiro que se temía.

“Él estaba jugando con el arma, yo le dije muchas veces que deje de jugar porque era muy peligrosa. En un momento yo me fui a mi casa y después escuché un disparo”, he’i el menor a los agentes intervinientes. Luego del desenlace fatal, la agente fiscal Karen Chaparro se hizo presente en el domicilio en compañía del médico forense del Ministerio Público, doctora Raquel Cáceres, quien diagnosticó la causa como politraumatismo de cráneo producido por proyectil de arma de fuego.

Apoyo

Ni bien ventilada la gris jornada que enlutó a una familia, varios amigos dedicaron unas líneas de condolencia en las redes sociales para los padres del mitã’i.

Sin autorización

Carmelo Javier Cáceres, padre del adolescente fallecido, omombe’u, según la Poli, que el arma le pertenece y que su hijo accedió a la misma sin su consentimiento.