• HAEDO Y MENDIETA. En su visita a los ancianos olvidados y niños enfermos, le pidieron por Haedo y Willy Mendieta

“El haber logrado más de una sonrisa, hoy hace de mi día el mejor. Fue el mejor cumple de mi vida”, dijo Adela Alonso, la modelo de la agencia de Héctor Ramos, después de festejar su “fecha feliz” el sábado, de una manera totalmente diferente.

Visitó un hogar de ancianos y un hospital de niños con quienes compartió una torta.

“Encendería y volvería a apagar mil veces las velitas con ellos. Tan sinceros se les sentía cuando decían ‘¡Sí, quiero cantar contigo!’ Las más lindas palabras, el mayor de los afectos, no hay palabras que puedan describir tanta felicidad”, dijo después de salir del hogar de abuelitos Santo Domingo.

“Aprendí 2 cosas hoy: agradecer y darle más valor a la vida”, reflexionó.

PEDIDOS DE NIÑOS

En el Hospital Acosta Ñu, los niños le pidieron que les ayuden a cumplir sus sueños.

“Tengo muchos pedidos, uno me pidió la camiseta del jugador Willy Mendieta (Olimpia), otro niño de unos 7 años me dijo que su sueño es conocer a Nelson Haedo (Cerro) y una nena quiere una compu”, dijo.

– ¿Y creés que podés cumplirles sus sueños?

– Quiero, pero no tengo manera de llegar a ellos, a Haedo y Mendieta. Ojalá por lo menos lean esta nota y puedan hacerles realidad sus sueños a esos niños.

– ¿Por qué tomaste esta decisión de festejar tu cumple de esta manera?

– Decidí visitar el hogar de abuelitos Santo Domingo y el Hospital Pediátrico Acosta Ñu, porque en realidad es algo que hace rato quería hacer. Antes no se me daba la posibilidad y esta vez dije: “Quiero un cumpleaños diferente, para qué gastar en asado, farra cerveza, si eso dura una noche y puedo farrear cualquier día, no precisamente el día de mi cumpleaños”. Y realmente fue la mejor decisión. Hay cosas más importantes que te hacen sentir bien, que te van a quedar en la memoria toda la vida.

– ¿Cómo pasaste con ellos, qué sentiste?

– Me emocioné, me salieron algunas lágrimas. El haber sacado tantas sonrisas en tan corto tiempo, eso no tiene precio, no se compara con nada. Los que están en el hogar de ancianos solo buscan tiempo y afecto. Esa satisfacción queda, fue increíble.

– ¿Qué te dijeron?

– Me contaron sus historias. Realmente lo que más quieren es ser escuchados. Lo que más me impactó fue que un abuelito me dijo que cada sábado se pone su traje, esperando a su hijo, porque le prometió que iba a ir por él. Pero nunca apareció.

La idea no fue para figuretear sino tratar de alegrarles

“Unas cuantas personas me dijeron que por figuretear nomás hice esto. Al privado me escribieron. Yo en ningún momento dije, “les llevé esto, les llevé aquello”. Lo voy a seguir haciendo, porque me conmovió demasiado. Y me parece que sí se deben compartir estas historias para que otros también lo hagan, por sobre todo para que vayan a visitarlos, porque ellos nos necesitan” dijo Adelita.