Hola licenciada, te escribo porque ya no sé qué hacer ni pensar, pero te voy a confesar que le conocí a la que ahora es madre de mi nena. Hace poquito tuvimos una nena… a ella antes, por decirte, le gustaba todo… tomar, bailar, era multifacética por decirte, pero luego me mudé a vivir con ella y cambió.

Más aún en la cama, hace meses que ni me busca, solo tenemos relaciones porque yo la busco, no sé qué pensar. Si me quiere o ya no, pero le pregunto y solo se calla de mí. Antes le gustaba hacer de todo conmigo, pero ahora de la noche a la mañana cambió totalmente.

Yo trato de darle todo lo que está a mi alcance, ella antes trabajaba, pero ahora se queda en casa con la nena porque es muy chiquita aún. Ella me pasa tres años a mí en edad, no soy un tipo feo tampoco.

Algunas veces pienso que solo está conmigo porque no sabe dónde ir y también por la nena, pero a mí me está hartando todo este tema, no da gusto vivir así.

Pensé que todo lo de vivir juntos sería color de rosa, pero creo que no es así. Algunas veces no quiere ni que la toque. A nadie le gustaría vivir así, por mí estoy pensando en hablar bien y decirle para darnos un tiempo, separarnos hasta que sepa qué es lo que quiere, si quiere seguir conmigo o quiere estar sola. Lo de la criatura le diré que yo me voy a encargar de que no le falte nada. Quiero que me aconsejes por favor.

LUIS, DE LIMPIO, 22 AÑOS.

RESPUESTA: Nunca es tarde para arrepentirse, pero que no te asusten los cambios, vivimos en un mundo de constantes cambios. Toda relación va pasando por etapas, tal vez se saltaron algunas, pero las dificultades siempre serán las mismas más aún con la llegada de una criatura se suma la responsabilidad de ser padres.

Desde que te ganás el título de “papá o mamá” hay que mentalizarse que no es solo dar la plata para la leche, es cambiar pañales, alzarle upa, estar cuando te necesite: cuando ríe o cuando llora. Los primeros meses pueden que sean terribles, pero son recuerdos que permanecen aún cuando pasa el tiempo y sí hay mujeres que cambian por completo hasta el deseo disminuye, tal vez porque se concentran demasiado en su nuevo rol.

Así como querés que se te comprenda, también podrías poner un chiquitito de tu parte para saber escuchar a tu pareja no solo reclamarle todo el tiempo tus necesidades que, si bien son importantes, pueden esperar. Busca la forma de estimularla, seducirla de nuevo, hacela sentir importante y amada.