Se dice que cada bebé que nace en este mundo viene con brillo propio. En este caso, Brunito, de solo 8 meses, vino como un astro que ilumina a una familia para ser la estrella de una historia milagrosa. Este pequeñín le dio a su mami Francisca Rolón un regalo especial por el Día de la Madre que no se va a poder olvidar nunca.

Así como fue ella quien le dio vida, el pequeño hombrecito de la casa la salvó a ella de una de las más horribles formas de morir: quemados. Después del temporal que se abatió sobre gran parte de nuestro país, varias zonas quedaron a oscuras o con problemas de tensión.

La casa de Francisca tampoco se salvó de ese inconveniente. A eso de las 8 y media de la noche, la señora acostó a su hijito en su cuna para dormir. Cerca de las 23:00, doña Francisca, quien estaba profundamente dormida, se despertó alertada por los llantos desesperados de Bruno. “Es un milagro que estemos bien, con vida. Agradezco de corazón a Dios que mi hijo esté vivo y sano, y que gracias a él yo esté bien. Fue una desgracia con suerte” he’i.

Contó que “me despertó porque lloraba desesperado, yo me levanté pero no veía nada por culpa del humo que había adentro de la casa. Le alcé para tratar de salir, pero no encontraba la salida. Además, la puerta estaba llaveada. Me asusté bastante porque adentro de la cocina había una garrafa”.

Comentó que “empecé a gritar en la ventana pero nadie me escuchó al principio. Pero después, mis vecinos rompieron la puerta para que puedan salir de la casa y con un matafuegos en mano ingresaron para apagar las llamas”.

LAVARROPAS

El incendio se había iniciado por culpa de un lavarropas que se quedó enchufado, pero sin trabajar. La tensión habría sido la culpable.

VALÉCHO

Don Amancio Ayala, vecino, subió a la muralla para cortar los cables ¡con la mano! del susto y desesperación. “Hice lo que debí” he’i.