• AGRADECIDOS. Pobladores del asentamiento “El Portal” de J. A. cuentan sus testimonios

Hace unos años no contaban con agua potable, ni luz eléctrica legal, ni escuela, ni capilla. Es más, varias familias ni siquiera contaban con casas. Pero los pobladores del asentamiento “El Portal”, de J. Augusto Saldívar tenían algo en común, la fe y la esperanza en la Virgen María Auxiliadora, a quien adoptaron como patrona y a quien le encomendaron todos sus proyectos. Y la Virgen obró en ellos.

“Hoy más de 300 familias gozan de una digna casa, contamos con aguatería, luz eléctrica, una escuela, plaza y ahora logramos construir la capilla en honor a la Virgen María Auxiliadora. Ella intercedió ante Dios y hoy gozamos de todo esto. La inseguridad no existe aquí. Vivimos tranquilos y todo gracias a ella. El barrio crece gracias a María Auxiliadora”, dijo don Aníbal Bordón, presi de la comisión vecinal.

En muestra de su cariño, fe y devoción a la Virgencita, familias completas, con bebés y abuelos llenaron las calles del barrio y con sus cantos agradecieron a la santa patrona en su día, durante una fiesta cargada de emoción, realizada ayer en el día de la Virgen. “Todos los proyectos que tenemos como comunidad le encomendamos a ella y hasta ahora todos llegaron a buen puerto. Los niños y adolescentes crecen con ella en frente y es por eso que veo con mucho futuro nuestro asentamiento”, agregó don Bordón.

“Me curó de una terrible enfermedad”

Doña Norma Salinas (51) integra también la comisión vecinal y es una fiel devota de la Virgen María Auxiliadora. La kuñakarai asegura que la patrona hizo varios milagros en su vida, entre ellos el de sanarle de una enfermedad del corazón. “Me curó de una terrible enfermedad y le estoy infinitamente agradecida” dijo y agregó que “sufría una enfermedad de la aorta. Seguí mucho tiempo tratamientos con doctores, pero no pudieron hacer nada. Fue ahí que soñé con la Virgencita María Auxiliadora y me encomendé a ella y me sanó, ahora estoy curada. Es por eso que digo que voy a seguir con ella hasta el último día. Ella es la que intercede por nosotros ante su hijo Jesús y hay que creerle y serle fiel”, dijo emocionada.

“El lugar se transformó gracias al cuidado de la Virgencita”

“Aquí todos somos devotos de la Virgen María Auxiliadora. Y yo más porque mi madre falleció en el día que se recuerda a la Virgencita. Entonces, lo que tenía que ser para mi madre, le doy a la Virgen”, dijo doña Fausta viuda de Maldonado (78), una fiel devota. “Cada año me encargo de vestirle y dejarla hermosa”, agregó. “Ni te imaginás cómo el lugar se trasformó gracias al cuidado de la Virgencita”, finalizó.

La fiesta fue de la gran siete

En el Polideportivo y frente al colegio “María Auxiliadora”, autoridades, profes, alumnos y padres se congregaron para celebrar el día de la santa patrona. Hubo rezo, serenata con música de la bandita, fuegos artificiales y lanzamiento de globos en forma de rosario.