Hoy se cumplen 13 años de una de las mayores tragedias que debió soportar el pueblo paraguayo: el incendio del supermercado Ycuá Bolaños, que costó la vida de aproximadamente unas 400 personas y que dejara con heridas que jamás cicatrizarán a miles de personas.

En la fecha, la Secretaría Nacional de Cultura hará entrega oficial del sitio en el que el domingo 1 de agosto del 2004, poco antes del mediodía, se desató un verdadero infierno, que no se borrará nunca de la memoria paraguaya. En el lugar arrancarán los trabajos, que convertirán al lugar en un centro de esparcimiento para la comunidad, especialmente para vecinos del barrio Trinidad, donde centenares de familias quedaron enlutadas por el acontecimiento.

Los trabajos de construcción serán encarados por la empresa Barrail Hnos., y tendrá una inversión de G. 14.720 millones. Para esta obra, la Municipalidad de Asunción entregó G. 1.500 millones, correspondientes al 50% del aporte prometido por la Comuna.

De acuerdo a la Ley Nº 4.097/10, por la cual se procedió a la expropiación del predio, en su artículo 4 establece que el inmueble será destinado a la instalación de un edificio que sirva para sede cultural y de recordación de la tragedia más grande que vivió el Paraguay en tiempos de paz.

Gracias a un convenio entre la Municipalidad de Asunción y la Secretaría de Cultura, la Comuna deberá entregar 3.000 millones de guaraníes para esta obra. La primera parte ya fue transferida a la secretaría de Estado.

HOMENAJE

Como todos los años, a las 11:20, tiempo estimado en que comenzó el fuego, los familiares y sobrevivientes nuevamente se reunirán para recordar ese trágico día brindándoles un homenaje a los seres queridos que esta tragedia marcó para siempre.

Este año tendrá como una suerte de ofrenda la entrega del sitio en el que se iniciarán las obras de este espacio largamente peleado por aquellos que sobrevivieron y quienes sufrieron la pérdida de seres queridos. Sin dudas, constituirá un merecido homenaje a las víctimas del Ycuá Bolaños y a sus familiares, espacio que a la vez servirá de intercambio cultural y memoria destinado a evitar que tragedias similares vuelvan a repetirse en el futuro.