• DE TODO. Taxista, policías, bomberos y una enfermera asistieron a la mujer. “Estamos para servir. Es nuestra obligación y por suerte todo salió bien”, dijo el comisario que la ayudó

Aún no puede creer lo que le tocó vivir. En medio de su timidez demuestra que está feliz porque todo salió bien gracias a que “Dios puso gente buena en mi camino para ayudarme”. Hablamos de Luz Antonia Roa (26), la joven que en la tarde del martes dio a luz a bordo de un taxi en Salto del Guairá.

La mujer iba rumbo al Hospital Regional para el parto, pero en el trayecto no aguantó más, y a pocos kilómetros del lugar de destino frente al puesto policial del kilómetro 7 de dicha ciudad, trajo al mundo a su pequeña hija gracias a la ayuda del tachero, los policías y de la licenciada en Enfermería, Verónica Román, quien vive por ahí cerca y que llegó al lugar como enviada por Dios.

“El taxista, los policías y la enfermera son nuestro ángeles. Estamos muy agradecidos con ellos”, dijo Luz con esa voz tímida, pero llena de amor. Además, luego aparecieron los bomberos, quienes la llevaron al hospital para que se vichee tanto a la mami como a la recién nacida.

El subcomisario Blas Maciel, quien junto con los suboficiales Basilio Cáceres, Laura Contrera, Mario Melgarejo, Cristóbal Domínguez y Diego Larroza hicieron de “parteros”, comentó que “estamos para servir. Es nuestra obligación y por suerte todo salió bien. Dios nos puso ahí para auxiliar a Luz”, he’i.

Luz, oriunda de la colonia Laurel de Nueva Esperanza, abordó un taxi con destino a la capital departamental de Canindeyú, donde pensaba llegar para traer a este mundo a la peque, pero todo se adelantó. “Fue muy rápido todo, el dolor ya no aguantaba. Por suerte Dios puso gente buena en mi camino. Son mis héroes”, dijo.

Situación: “Están muy bien las dos”

Por su parte, el director del Hospital Regional de la zona, Dr. José Haurón, comentó que tanto la madre como su hijita están muy bien. “Fueron asistidas por una licenciada de este hospital ahí en el taxi y todo salió muy bien. Llegaron acá y están muy bien las dos”, dijo. Por su parte, el subcomisario Blas Maciel quedó gratamente sorprendido y emocionado y manifestó que son las situaciones que reconfortan el espíritu en una tarea tan complicada a veces. “Esto nos reconforta y nos da ganas de seguir peleando y luchando por los demás”, dijo. “Es importante estar preparado para una situación así. El taxista paró frente a la comisaría y pidió ayuda. Y ahí pasó todo rápidamente”, agregó.