• FIN DE CICLO. Ayer terminó un ciclo de conciertos gratuitos en una escuela popular para niños en Areguá

AREGUÁ. Música del estilo jazz sonó ayer en El Cántaro bioescuela, un espacio social de educación popular donde niños y niñas de escasos recursos acuden a talleres artísticos que no tienen ningún costo. En la víspera, un ciclo de conciertos culminó con David Rodríguez Cuarteto, grupo que interpretó temas de jazz y otras versiones.

Cerca de 50 personas acudieron al concierto íntimo en el local de la escuela, ubicada frente a la compañía de bomberos de la ciudad de Areguá, a cinco minutos del lago Ypacaraí. “Ojalá esto deje una semilla en ustedes y algún día pueda ser un gran lapacho musical”, dijo David Rodríguez a su público minado de niños estudiantes de guitarra.

“Para muchos niños este ciclo de conciertos fue el primer contacto de ellos con algunos instrumentos como el chelo, el saxo y otros, porque acá solo se estudia guitarra”, contó Joe Giménez, directora cultural de la escuela. El concierto fue del agrado de todos los mitã’i ha mitãkuña’ikuéra que presenciaron el espectáculo.

Escuela de educación popular

El Cántaro bioescuela es un espacio de educación popular donde ofrecen talleres de música, artes plásticas, mosaicos, y fotografía, entre otros. Los talleres son gratuitos ya que cuentan con la financiación de varios padrinos. “Hace 10 años la escuela ofrece talleres de arte gratuitamente a los niños para producir un cambio social”, contó Joe.

Recibirán a los niños con discapacidades

“Para el año que viene, gracias a un premio de la CAF que ganamos, vamos a refaccionar las instalaciones para poder recibir a niños con discapacidades”, avei contó Joe. Adelantó que buscan que los talleres sean realmente accesibles. La escuela se mantiene gracias al apoyo financiero de varias empresas.

“La música me da mucha tranquilidad”

Francisco Servín es el alumno de guitarra más antiguo de la escuela. Actualmente tiene 20 años y empezó los talleres a los 12. “La música me da mucha tranquilidad, me despejo de todo”, ombe’u Francisco, que ejecuta la guitarra ya como un maestro.

“Fue algo increíble no cualquier lugar tiene el privilegio de tener estos músicos”, dijo refiriéndose al concierto. Francisco ahora también enseña y principalmente a los niños de su barrio.

Enseñarles a los chicos ya desde muy pequeños

Juanito Ayala (guitarra), Víctor Amarilla (bajo), Adrián Becker y David Rodríguez (saxo), integran la banda que deleitó al lugar con el mejor jazz con la mejor calidad. “Para nosotros es superimportante mostrar lo que hacemos a los niños”, ombe’u David que cree que ofrecer música a los niños desde pequeños es lo mejor que les pueden dar a los más chicos. “Estamos apuntando a conciertos que están destinados a ser en la calle”, adelantó David.