POR JORGE IZQUIERDO

Ser un futbolista profesional implica mucho esfuerzo y dedicación. Alan Benítez (23 años), que se bancó un montón de cosas por el gran objetivo que se propuso, de llegar lejos en el deporte que tanto ama, es el ejemplo.

El defensor de Libertad atraviesa su mejor momento y ya tuvo la chance de vestir la Albirroja en el último amistoso disputado ante México. Alan también estuvo un año en el Benfica de Portugal, donde supo aguantar el estar lejos de su familia, de sus amigos y de las costumbres.

De esto y muchas cosas más el jugador charló en exclusiva con Crónica.

– Alan ¿cómo vivís este momento con Libertad?

– La verdad, estoy muy contento por lo que estoy viviendo, trato de aprovechar al máximo la oportunidad que me da el profe.

– ¿Qué se siente llegar a la selección de mayores?

– Fue algo grandioso, cada minuto que jugué lo disfruté, fue un grupo muy bueno. Voy a seguir trabajando y hacer bien las cosas para ser tenido en cuenta de vuelta.

– Estuviste en el Benfica ¿qué tal la experiencia?

– Fue algo muy positivo, aprendí muchas cosas, me sirvió mucho el haber salido del país.

– ¿Cómo sobrellevabas estar alejado de tus seres queridos?

– El techaga’u a mi familia fue muy difícil, encima estaba solo allá. Aguanté un buen tiempo, era algo que lo tenía que soportar para aprovechar la oportunidad que se me dio.

– Con el tema de la comida ¿cómo te manejabas?

– Vivía cerca del club, iba a desayunar ahí, también almorzaba y a veces iba a cenar. Aguanté jajaja, muchas veces quería comer asado paraguayo, pero aguantaba con lo que me daban en el club. En la ciudad había un restaurante argentino donde también tenían mandioca y ahí lo que solía ir a veces para comer algo más cercano a la comida paraguaya.

Le metía duro al laburo para ganarse plata para el pasaje

En época de inferiores, la mayoría de los jugadores trabajaba en algo para salvar el pasaje y otros gastos. Alan no se quedó atrás. “También trabajé antes de jugar en Primera, me iba a hacer de pasapelotas en el Club Centenario, desde los 12 años ya hacía eso”, expresó el lateral.

En medio de su buena onda, el pelotero nacido en Asunción, dijo la carrera que le gustaría estudiar. “No tengo mucho tiempo por el tema del fútbol, pero apenas pueda, me gustaría seguir Nutrición”.

Alan tampoco ocultó el sueño que desea cumplir. “Quisiera volver a Europa y tener continuidad en algún club, en Portugal no pude jugar en Primera y tengo esa materia pendiente”, remató.

“No podía ir a 15 años ni a discotecas”

Al recordar su adolescencia, el liberteño también contó parte de su historia. “Mis padres me cuidaban mucho, gracias a ellos estoy donde estoy ahora. Recuerdo que no podía ir a 15 años ni a discotecas, no me dejaban salir, los sábados temprano ya tenía que estar acostado para jugar al día siguiente”, soltó.

Un técnico

Alan eligió a Fernando Jubero como el entrenador que más lo marcó en su carrera como jugador.

Un estadio

Para el defensor, el estadio que más lo impresionó fue el “Century Link Field” de Estados Unidos.

Un amigo

A la hora de elegir amistades, calculó bastante, pero se inclinó por su compañero Iván Ramírez.