Quien no recuerda aquella famosa historia japu de la enorme kuriju gigante que mató y devoró a un ribereño en la zona de Presidente Hayes, que resultó ser falsa y que dejó mal parada la credibilidad de un vocero de la prensa paraguaya. Bueno, esta vez lo de la aparición del animal no es mentira.

Era cerca de las 12:00 del mediodía de ayer, cuando un karai de nombre Arsenio Ayala, poblador del barrio San Antonio, de Concepción, se encontraba pescando a orillas del río Paraguay. De pronto, sus ojos vieron un enorme bulto en las aguas, lo que hizo que lanzara su anzuelo para probar suerte. El animal cayó y con ayuda de otros amigos pudieron extraer el animal, según publica medios de la zona.

Grande fue la sorpresa que se llevaron cuando se dieron cuenta que se trataba de una feroz kuriju de unos 4 metros. Al toque se dio aviso a las autoridades correspondientes y enseguida el lugar se llenó de curiosos que quedaron asustados ante un posible ataque del animal. El doctor Juan Valenzuela, veterinario de la parte de recursos faunísticos de la Facultad de Veterinaria, llegó al sitio en compañía de sus alumnos y atraparon a la kuriju, la encerraron en una jaula y luego lo trasladaron a la Facu de Veterinaria para una inspección correcta.

El animal pesa unos 40 kilos. Posteriormente, el fiscal del ambiente, Carlomagno Alvarenga, ordenó que la viboraza sea trasladada a su hábitat natural. Los responsables la liberaron en el Chaco, lejos de la población.

Operan a un mbói por primera vez acá

En una veterinaria privada ubicada en las cercanías del Zoológico de Asunción, se dio la intervención quirúrgica de una kuriju que fue rescatada en la zona del Bañado. Al parecer, la operación de la serpiente es la primera que se hace en el país.

El equipo médico estuvo encabezado por el doctor Diego Ayala, quien explicó que la kuriju es un ejemplar adulto que tenía la punta de la cola necrosada mba’émbo y fue operada para evitar infecciones. La cirugía fue todo un éxito y se espera que en las próximas horas el animal pueda ser reinsertada a su hábitat.