Todo parecía alinearse y un rayito de esperanza apareció ayer para el pequeño Víctor Ramírez (8), cuando recibió el trasplante del corazón que tanto esperaba. Las puertas del cielo parecían abrirse, y sí, realmente se abrieron, pero para recibir a un gran angelito.
El trasplante en principio fue todo un éxito, pero pasaron las horas y el pequeño Víctor no resistió y finalmente ese nuevo corazón en vez de latir, se detuvo.
“Después de pasar las primeras horas del postoperatorio estable, el paciente se fue deteriorando rápidamente, con cuadro de hipotensión persistente, requiriendo cada vez más drogas, hasta que finalmente entró a un shock refractario y termina falleciendo a pesar del enorme esfuerzo de todo el equipo médico”, fue el informe que hizo llegar a los medios el doctor Marcos Melgarejo.
Déjanos tus comentarios en Voiz