La fe se le advierte en el gesto. Su rostro deslumbra sus intenciones, sus promesas o sus ganas de agradecer. Ella es doña Mirian Caballero (55), una fiel devota de San Agustín, quien en su casa ubicada sobre la ruta Transchaco, km 11,5 barrio Loma Pytã, realizó una comilona para más de 300 personas en agradecimiento a su santo en su día.
“Es solo una forma para agradecerle. A San Agustín le podés pedir de todo, siempre cumple, en mi familia obró una y mil veces” dijo la mujer, quien comentó que esta actividad viene de sus abuelos, pasó por sus padres y ahora ella y su familia la realizan con mucho amor para los demás promeseros y también para la gente de escasos recursos que se acercan a saborear la comida.
“Esto lo hacemos hace más de 40 años”, aseguró, y agregó que “me dio todo, sobre todo salud a mis hijos y a mí, ¡Cómo no agradecerle! Él te devuelve el triple otra vez”.
Doña Mirian, quien es directora del colegio “San Agustín”, comentó que conoce cientos de devotos que recibieron algún milagro del santo. Recordó el caso de doña Adolfina, una promesera del Chaco.
“Ella cada cierto tiempo venía acá, ya que decía que San Agustín hizo muchos milagros en su familia en lo que respecta a la salud. Y contaba también que San Agustín tuvo participación en la Guerra del Chaco. Los promeseros le vieron a él, quien se presentó como un anciano con sombrero y les daba agua a los soldados”, dijo.
“También una vecina que estaba perdiendo completamente la vista, se encomendó al santo y se sanó milagrosamente. Ella le regaló un rosario de oro”, he’i.
Abuelos donaron el predio para escuela y colegio
Doña Mirian comentó que sus abuelos donaron el predio para el colegio y la parroquia San Agustín que está ubicado sobre la Transchaco en Loma Pytã. “Ellos decían siempre que uno nada lleva cuando muere, solamente las buenas obras”. Comentó que su mayor anhelo es que sus hijos sigan con esta tradición. “Ojalá que mis hijos puedan seguir esta tradición porque depende mucho de la fe”.
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