Las blancas arenas de la playa de San Bernardino se tiñeron de rojo, ya que fue encontrado un cuerpo sin vida de un hombre que fue degollado. La oficina de guardia de la comisaría local recibió la llamada de unos vecinos que se habían topado con el finado, que no tenía documentos de identidad ni su celular, pero tenía un poco de efectivo en los bolsillos, lo que descolocó al principio a los agentes.

Luego de algunas averiguaciones se supo que se trataba de Antonio Martínez (56), quien en vida vivía en la ciudad de Atyrá y era funcionario de la Municipalidad local. El finado había sido visto la última vez con vida en compañía de un joven llamado Francisco Benítez, cuyo domicilio fue allanado en busca de evidencias. No encontraron nada incriminatorio en la vivienda, ya sea la moto del occiso ni el aparato telefónico, pero los investigadores suponen que ya fueron vendidos a terceros.

En el transcurso de la investigación, algunos familiares del finado he’i que Martínez podría haber tenido alguna relación sentimental con el joven sospechoso, por lo que entre las hipótesis no se descartaba un crimen pasional.

Ñemonda es el motivo

Para la Policía, el motivo del asesinato fue el robo, porque la moto y el cel ya no estaban.

Le había regalado una moto y su amigo le prestaba a su novia

Antonio Martínez había regalado su moto a Francisco Benítez, pero este le prestaba el biciclo a su novia, lo que había generado unas peleas constantes entre ambos, según testimonios.

Cuando el joven fue detenido he’i que salió con Martínez y estaban en la playa de San Ber, fueron atacados y agredidos por cinco ñatos. Benítez pudo huir de los agresores, pero no pudo ayudar a la víctima ndaje.