Una familia quiso aprovechar el largo fin de semana y marchó rumbo a la ciudad de Caapucú. Pero la tragedia se apoderó del paseo, cuando un menor perdió la vida.
El desgraciado hecho sucedió en la propiedad del señor Faustino Noguera, ubicada en la compañía Capilla Tuyá, de esa ciudad.
El niño de solo 2 años, hijo de Mariela Martínez y Daniel Rivarola, domiciliados en Ñemby, se encontraba jugando en los alrededores, bajo la mirada de sus progenitores, hasta que vio a “Tony”, un perro de raza mestiza, acostado debajo de la mesa.
Y como todo inocente, no midió las consecuencias de sus actos y se acercó con las intenciones de jugar con la mascota de la casa.
Pero eso no estaba en los planes de “Tony”, quien no está acostumbrado a la presencia de niños a sus alrededores.
El peque se metió bajo la mesa para jugar con el perro, primero lo acarició, le estiró del pelo, de las orejas y ahí la paciencia del can acabó por lo visto.
El animal lo atacó y lo mordió brutalmente en el cuello, fue auxiliado prontamente, pero cuando llegó al Hospital Distrital de la ciudad de Quiindy, ya fue en vano, el mitã’i sucumbió horas después del ataque debido a la gravedad de las mordeduras que ligó en el cuello y la cabeza.
LA NUEVA LEY
Si un perro ataca a una persona, la responsabilidad recae sobre el dueño del animal, con cárcel de hasta 5 años o con multa. Y se le prohíbe tener mascotas por 5 años.
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