En la Sala Bicameral se realizó una audiencia pública para hablar de un tema que crea “roncha” en varios sectores sobre aipo “ideología de género”. El ministro de Educación, Enrique Riera, tomó el micrófono y expuso ante los padres presentes que el MEC no está enseñando nada raro ni hay manual de “sexo indecente” en las escuelas públicas.

A la par que se realizó este debate en la Sala Bicameral del Congreso, representantes de diversas instituciones educativas religiosas y defensores de la vida y la familia se instalaron frente al Parlamento para manifestar su rechazo a los materiales que supuestamente incentivan la ideología de género.

Riera lamentó que la gente crea más en el “ñe’êmbegue”, antes que la postura oficial, siendo que desde el principio se apostó por la familia tradicional, indicó.

“Hoy vengo a decirles tres ideas fuertes como ministro de Educación y que les quede claro. Primero, nosotros no podemos ni vamos a promover la ideología de género, esto es claro. No podemos promover ningún tipo de ideología, ni una política, o de club futbolístico”, dijo.

Agregó que en la Constitución habla claramente que el matrimonio se da entre el hombre y la mujer dentro de los valores tradicionales, según resaltó Riera a los padres “provida”.

CLARO

Si hay libros que violan la Carta Magna, “tienen que ser retirados, es demasiado claro eso”, he’i Riera.

Sin discriminación en las aulas

MEC no puede discriminar o excluir a ningún estudiante, aclaró el ministro de Educación, quien pidió trabajar como sociedad contra el abuso, acoso sexual y el embarazo en los niños.

Movimientos pro-familia “normal” en las plazas

Gente de la iglesia y organizaciones que defienden una familia “normal” se juntaron en las plazas alrededor del Congreso exigiendo al Ministerio de Educación que retire los materiales didácticos sobre igualdad de género. La reunión en la que participaron representantes de la Secretaría de Niñez y Adolescencia, Derechos Humanos y otras instituciones fue convocada por la diputada Olga Ferreira de López. Muchos padres optaron porque sus hijos no asistan a clases, pero sí a la movilización.