• DALE QUE. Doña Shirley Ayala, madre del Tony Sanabria, a través de Crónica le hace llegar su aguante para el juego de esta noche

PROMESA. Hoy juega nuestra querida selección paraguaya, en una noche que puede llegar a convertirse en una gran fiesta, pues la esperanza es lo último que se pierde, esa misma esperanza que el Tony Sanabria devolvió a todo el país con su gol ante Colombia (que fue el de la victoria).

Crónica contactó con doña Shirley Ayala, nada menos que la mujer que trajo al mundo al nuevo ídolo albirrojo, que además viene de gritar varios goles con el equipo español Betis. Doña Shirley, contra todo pronóstico, logró que su hijo se volviera futbolista en España y hoy, asegura que el mismo está donde se merece, donde siempre quiso y donde ella lo ve feliz.

– ¿Qué sentiste con aquel gol de Tony en Colombia?

– Sentí un orgullo único como madre. Tony colaboró con su gol para la sufrida victoria de Paraguay. Aquella noche dormí feliz y despertar con el gol de mi hijo fue lo más grande.

– ¿Qué significa para él vestir la Albirroja?

– Es el máximo orgullo que puede sentir Tony y todo futbolista por defender a su país.

– ¿Qué le dijiste cuando hablaron?

– Que estaba muy orgullosa de él y que todo el sacrificio que estaba haciendo tenía que tener su recompensa. Le dije también que su ángel siempre le va a iluminar.

– ¿Qué te dijo por el partido de hoy?

– Que está con mucho optimismo, confía mucho en su capacidad y yo sé que él puede dar mucho de sí a nuestra selección.

– ¿Te prometió otro gol?

– Sí, me prometió un gol y confío en que lo pueda hacer.

– ¿Qué sentís viendo a tu hijo como ídolo de la selección?

– Me causa una gran satisfacción que Tony pueda defender los colores de su país, es el sueño de todo jugador. Y por sobre todo feliz porque le va bien.

– ¿Qué le dirías esta noche antes de ingresar al campo de juego?

– Le diría “suerte y que tu abuela te bendiga, éxitos hijo… tenés mi bendición”. Mi mamá es su ángel, es la que le inicio a Tony en el fútbol, era la que le llevaba a sus prácticas.