El reloj marcaba las 7:30 de la mañana. Algunos se encontraban ya en misa, orando a Dios por un mundo mejor; mientras otros, por más fin de semana que fuera comenzaban con su rutina diaria. Una de ellas era Leticia Celeste Gómez Filippini (28), una joven madre de familia que vivía con sus cuatro chiquitos.

Sin siquiera imaginarse lo que tenía deparado para ella el día, fue a ver quién llamaba a la puerta. Era el suegro. El hombre, totalmente fuera de sí comenzó a atacarla. Se hizo de un cuchillo y fue allí donde le dio una tajada certera en el cuello, cortándole una vena y provocándole la muerte. No le dio tiempo a nada.

Cometido el asesinato, de acuerdo a lo que relataron los uniformados intervinientes de la 11.ª Metro, el sujeto llamado Marcos Ocampos (54) fue hasta la cocina, cortó la manguera de la garrafa y provocó un incendio. Cuando vio que las llamas comenzaban a ganar terreno, aun sabiendo que sus nietitos se encontraban adentro, no pensó otra cosa que acabar con su propia vida, cortándose el cuello. No tuvo éxito.

Al ver los vecinos lo que estaba pasando, llamaron a los bomberos y al 911. Todos llegaron rápido y lograron controlar las llamas. En medio del humo vieron a la joven degollada y al hombre mal herido, pero aún con vida. La locura y la tragedia acababan de destruir una familia. Y ya nada se podía hacer.

Rescataron a los niños de ¡las llamas!

Los cuatro pobres inocentes que quedaron en medio de esta tragedia familiar salvaron sus vidas. Uno de ellos apenas tiene meses de vida; en tanto que otra cumplió recientemente dos años. Al escuchar la explosión y ver el humo saliendo de una de las ventanas frontales de la casa, algunos vecinos de inmediato se fueron a socorrer a los que allí vivían y más allá de la horrible escena de la finada y el homicida reaccionaron para sacar a los chiquitos.

“Nos comentó el hijo que dijo que iba a matar a alguien…”

El subcomisario Gustavo Escobar, subjefe de la 11.ª Metropolitana, aseguró en relación al caso que el hoy viudo dio certeza sobre una situación váira que se vivía en el ámbito familiar y que tenía fuera de sí al papá. “Nos comentó el hijo que dijo (Marcos Ocampos) que iba a matar a alguien… Estaba muy trastornado por una separación que no quería aceptar. Y según nos aseguró, si no volvía con su señora, iba a cometer una locuta” he’i el uniformado.

“Lo más triste es que le tocó a una madre de familia que estaba indefensa, con cuatro hijos. Realmente esto es muy lamentable”, sentenció.

El hombre, que se quiso quitar la vida después de toda la tragedia, se encuentra hospitalizado con custodia policial. Aparentemente, el pasado 27 de octubre sufrió un golpe emocional que lo sacó de sí y ya habría atentado contra su vida.