Es tradición en nuestro país visitar a los familiares que ya partieron a la eternidad cada uno de noviembre, Día de Todos los Santos, como también el 2 de noviembre, día de todos los muertos. Pero tal tradición parece ir apagándose poco a poco, de acuerdo a lo que se pudo ver en los cementerios.

“Yo trabajo hace 16 años acá y realmente mermó bastante, muy poca gente viene a visitar a sus seres queridos, ya no se le da la importancia que antes se le daba, se pierde de a poco la tradición. Yo recuerdo que antes esto parecía ‘Caacupé’ (refiriéndose a la cantidad de gente que había), la gente venía en familia, traían su comida y se quedaban un día”, recordó Adolfo González, funcionario administrativo del Cementerio del Este de Asu.

Recordó que anteriormente el uno era luego feriado nacional, y que a lo mejor eso colabora también para que muchos no puedan acercarse a visitar a su gentekuéra, pero independientemente de eso, avei están quienes hace añares no aparecen ni de casualidad por el cementerio.

Al respecto, el jefe de unidad de los cementerios de la ciudad de Asunción, Juan Carlos Morlas, dijo que “los dueños aparecen 20 años después reclamando cuando ya se le dio su lugar a otro como establece el reglamento municipal”, contó.

Generalmente los restos de panteones abandonados son colocados en fosas y sus lugares se dan como recuperado a otras familias. Solo el 20% de los contribuyentes están al día, por lo que instan a los familiares a que se acerquen para tratar de buscar una solución al respecto.

Ellos mantienen la tradición: “Hace 40 años que venimos”

Quienes mantienen la tradición de visitar año tras año a sus seres queridos son Dulce María González de Mendieta (69) y su marido don Ovidio Mendieta (73). Los cachamos haciendo un rezo especial al que llaman “La coronilla” frente al panteón de sus seres queridos en el Cementerio del Sur.

Allí están los abuelos, padres y cuñado de don Ovidio. “Hace 40 años que venimos juntos a visitarles a su gente acá y después pasamos al Cementerio La Recoleta donde están mis padres. Yo desde que tengo memoria con mi mamá vengo al cementerio, primero a visitar a mis abuelos, y ahora a mis padres que ya fallecieron”, relató la señora Dulce.

Don Ovidio comentó que es tradicional darle 15 minutos de tiempo a la oración por las almas de sus seres queridos para luego retirarse.

“Antes no daba abasto, hoy espero los clientes”

A sus 70 años, doña Ángela Mora sigue vendiendo flores en el Cementerio del Este. Hace 32 años que hace lo mismo, y según ella los tiempos cambiaron. “Era como un día festivo antes, había más importancia hacia este tipo de cosas, pero ahora nomás que cambió mucho” he’i.

Así como mermó la gente también las ventas bajaron por ese motivo. “No es mucho lo que vendemos, antes no dábamos abasto, ahora esperamos los clientes”, siguió.

Doña Ángela Mora es madre de 4 hijos a quienes hizo crecer allí en el cementerio siendo madre soltera. “Fue difícil pero los hice crecer con mi sacrificio”, relató.

Abandonan

El 60% de los panteones están en estado de abandono en el Cementerio del Este de Asunción.

Unos años

Esperan unos años hasta que aparezca el dueño, previa notificación, si no hule ya su panteón.