Hace un año que la congregación Kkottongnae (Casa de los Hermanos de Jesús, del Valle Florido, en coreano) está en nuestro país, la caridad que realiza ya cambió la vida de muchas personas que vivían en las calles y abandonadas a su suerte.
El hermano Santiago Kim, uno de los misioneros de la congregación que reside en el país, explicó que actualmente comparten con ellos la casa seis adultos mayores.
Entre las personas recogidas están algunos que tienen dificultades de movilidad, los que aún se sienten útiles apoyan en la huerta que armaron en el patio del convento, ubicado en el km 51 de la ruta Mariscal Estigarribia, en Caacupé.
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