• ARREPENTIDO. Marcos Ocampos, sindicado de matar a la esposa de su hijo, pidió perdón a toda su familia por lo que hizo

El dolor aún sigue presente. La voz de Leti pareciera seguir sonando. Sus hijos aún la buscan sin entender “¿por qué mamá no está en casa?”.

Al papá los ojos se le llenan de lágrimas y tratar de dar una explicación hace que la garganta se cierre. Esa es la escena que se repite en un hogar que quedó destruido, y que más allá de la solidaridad impresionante que la gente demuestra por ellos, hoy agrega un nuevo capítulo lleno de dolor con la confesión del sindicado como autor de tan espeluznante tragedia: Marcos Antonio Ocampos (54).

“No me acuerdo de nada… no sé qué hice. Ella era como mi hija” fueron las primeras palabras de una nota que brindó al SNT y en la que habló sobre ese momento terrible en el que acabó con la vida de su propia nuera, Leticia Gómez Filippini (28). El señor Ocampos, como tratando de entender o justificar el motivo que lo llevó a cometer el hecho, he’i “tres días no dormí, hasta ahora trato de entender qué pasó, pero tengo que pagar lo que hice” dijo con la mirada perdida.

Sabe que el dolor que le causó a su familia es muy difícil de perdonar y mucho menos olvidar. “Le pido perdón a mis hijos, a mi familia por lo que hice, yo sé que no me van a perdonar pero yo le pido perdón a mi hijo y a mis nietitos”.

La gente se prendió como kavichu’i a la solidaridad y donaron un montonazo de cosas para las pobres criaturas, que se quedaron con lo puesto, luego del incendio provocado por su abuelo.

LOS HECHOS

El suegro llega a la casa, golpea la mano, al salir su nuera, la asesinó degollándola.

CON NAFTA

Ocampos usó el combustible de su moto para incendiar la casa, con los niños dentro.

SE CLAVÓ

Luego de asesinar a su nuera, Ocampos se cortó el cuello intentando suicidarse, pero no manói.

25 AÑOS

Es la pena máxima que puede ligar Marcos Antonio Ocampos.

4 NIÑOS

Los inocentes quedaron huérfanos, sin entender qué sucedió.