Hace 15 años que don Américo Riveros (74) perdió la vista. Una operación que parecía le curaría de la catarata que tenía, terminó siendo al revés. “Me operé a través de una fundación y desde esa vez me quedé en la oscuridad”, relató con un aire de resignación don Américo. Pero eso no lo detuvo. Si bien, ya no consiguió trabajo desde entonces, desde su casa guerrea para juntar el pan diario.

Se convirtió en el proveedor de hielo de todos sus vecinos y trabajadores de la zona donde vive (Villa Morra). “Yo preparo el hielo y hago grande, los vecinos me traen envase de leche o botellas de plástico. Yo higienizo bien, dejo en el sol para que se seque y después le cargo el agua para que se congele”, dijo.

Comentó que incluso policías de una comisaría de la zona son sus clientes, pues se abastecen de él cuando les falta hielo. “La comisaría en sí luego compra de mí, cuando se les termina vienen y llevan”, siguió.

Comentó que pese a su discapacidad nunca se rindió y trató de hacer de su vida lo más normal posible. Él se prepara el almuerzo, limpia la casa, barre, ere erea. He’i que ya maneja las medidas de la verdura y la cantidad de agua que tiene que ponerle, con solo escuchar el agua caer al recipiente.

Él vive con uno de sus hijos, el mayor, que labura prácticamente todo el día mientras don Américo se queda de casero. “Nos ayudamos los dos, yo tengo tantos clientes que a veces de noche tengo que volver a cargar”, he’i.

ENVIUDÓ

La señora de don Américo falleció de una enfermedad ya hace algunos años, desde ese momento es viudo.

LABURABA

Antes de quedar ciego trabajó en el Comité de Emergencia Nacional que ahora es la Secretaría de Emergencia.

AYUDA

Interesados en comprar o ayudar pueden comunicarse con él a su número telefónico que es el 0983-333028.

Gracias a este Gobierno cobra pensión de la 3.ª edad, he’i

Don Américo comentó que gracias a este Gobierno pudo conseguir después de tantos años de pedir su pensión de la tercera edad. “Gracias a este Gobierno conseguí porque ya había solicitado antes de que entren, pero no me salía”, he’i.

La platita que cobra es 491.000 guaraníes, que ya le salva algunos gastos de la casa, he’i. “Salva todo para el puchero, yo estoy muy agradecido realmente”, finalizó.