Entre las pocas mercaderas antiguas que aún quedan en el Mercado de Luquelandia está doña Ana Dejesús Ledesma de 88 años de edad. Lleva más de 50 en el centro comercial, conociendo todo lo que es la historia de este centro. Ella se inició siendo cocinera allí y ahora vende con su hija Eduvigis todo tipo de frutas y ensalada de frutas avei. 

Al recordar otras épocas, no pudo dejar de compararla con la actual. “Antes era diferente, los jóvenes de aquel tiempo guerreábamos más por salir adelante. No había perdón, nos sacrificábamos. A los jóvenes de ahora hay que decirles que pongan más sacrificio y no esperar la vida fácil”, reflexionó la kuñakarai en guaraní. 

Dijo que mediante que sudó la gota gorda a diario, pudo comprarse un terreno para hacer su casa y poder criar allí a sus 3 hijas. “Yo enviudé muy joven y tuve que hacerme cargo sola. Una hija mía falleció ya y Eduvigis es la que siempre está conmigo también”, recalcó. 

Aseguró que todavía se siente muy fuerte y saludable para trabajar y que por eso lo hace, pero que le gustaría que le pongan un puesto adentro donde ella pueda tener espacio suficiente, por ese motivo ella vende en la vereda en del Mercado 1.