• “ERMITAÑO” DE REMANSITO. Vive solo en medio de un bosque y pasa las fiestas de manera peculiar

Las fiestas de la Navidad representan para la mayoría de las personas una época de dicha, compañía y relajación con los seres queridos, familiares y amigos. Desafortunadamente, no todo el mundo tiene la suerte de disfrutarla en compañía de otras personas por diferentes motivos. Don Vicente Fariña (81) es una de ellas.

El don es conocido como el “ermitaño” de Remansito. En esta fecha tan especial lo pasa con su fiel compañera: la soledad. Vive solo en una pequeña choza en medio de la nada, en un bosquecito, porque en algún momento de su vida así lo decidió.

“Hace medio siglo que vivo aquí. Hace 50 años que nadie me dice ‘feliz Navidad’ (ríe)” comentó. “Ese día lo paso diferente, solito, sin electricidad, sin tecnología, bajo la luz de la luna y de alguna fogata que hago. No brindo con sidra ni otra bebida, tomo agua que junté de la lluvia. No ceno asado, ni peceto, como miel y langostas. Pero soy muy feliz”, explicó.

Para él, la Navidad es un día común y corriente, pero que aprovecha para reflexionar. “La Navidad para mí es un día más. Me doy cuenta que llegó esa fecha por las bombas que suenan arriba de mi choza (risas)”, comentó mientras se preparaba para asearse en un pequeño tajamar. “Sé que la Navidad está asociada a la familia, y mi familia es la naturaleza”, he’i.

“Yo solo necesito de Dios y de lo natural para tener todo”, agregó el abuelito, cuyo día comienza a las 4 de la mañana cuando le despiertan los ruidos de los pajaritos y bichos.

Don Fariña dijo ser oriundo de Caacupé, pero las circunstancias de la vida hicieron que se aleje un tanto de la sociedad y su familia. “Llegué aquí porque Dios así lo quiso”, finalizó.

“Reflexiono, pienso y oro por la sociedad que tan mal está”, he’i

“La mayoría de las personas solo se recuerda del creador en la Navidad. Eso no debe ser así. Dios tiene que estar en primer lugar todos los días de nuestra vida”, recomendó.

A la consulta de si suele aprovechar esta fecha para hacer algo diferente explicó que “la paso de la mejor manera, solo en mi casa, sin que nadie me moleste. Reflexiono, pienso y oro por la sociedad que tan mal está hoy en día”, he’i.

“La tecnología es el peor enemigo del ser humano”

Pese a su peculiar forma de vivir, don Vicente escribió en la puerta de su pequeña choza improvisada una frase que dice: “Nada me faltará”. “Así como me ves, Dios me dio todo. No necesito nada más, solo su amor. Aquí tengo la paz que afuera no tendré. La gente piensa que lo material lo es todo y no es así”, dijo.

El abuelito solo recibe la “visita” de los mosquitos y algunos que otros animales rastreros que rondan por su hábitat. “Muchas veces ya encontré víboras debajo de mi cama. Son mis visitas”, bromeó. Además, su único contacto con la tecnología es una descompuesta cámara de seguridad que encontró tirada en el bosque y que “adorna” su choza. “La tecnología es el peor enemigo del ser humano”, tiró.

SANO

Don Vicente he’i que pese a su edad se siente muy sano. “Me alimento de miel, langostas, verduras… No tengo vicios. Me siento un jovencito”.

¿PAYÉ?

Comentó que mucha gente intentó quitarle de su lugar sin qué ni para qué. “Payé y todo ya me hicieron. A mí no me afecta eso”, dijo.