• VOLUNTAD. No fue fácil, pero gracias al apoyo de su pareja pudo llegar al objetivo

«En diciembre del 2016 recuerdo que toqué fondo. Ya no podía más ni ponerme los zapatos. En el bus la gente ya no quería ni sentarse a mi lado. Fue ahí donde decidí pesarme. Tenía 152 kilos y me dolió muchísimo haberme dejado tanto así. Fue ahí donde me prometí empezar a cambiar mi vida”, contaba Raúl Penayo, un valiente hombre que demuestra que cuando uno quiere se puede. Así cumplió su meta de bajar de peso.

Hoy, con 24 años, trabajando en una conocida operadora telefónica, resaltó que a pesar de saber que ya estaba gordito, él se camuflaba diciendo que era “un gordo orgulloso”, pero que muy dentro suyo otra era su verdad, ya que ni los zapatos se podía colocar.

Luego de realizarse varios estudios clínicos donde le salió que ya era prediabético, con colesterol y triglicéridos alto, su decisión de bajar de peso tuvo más fuerza. Ahí su pareja le dio ánimos y le empezó a preparar una dieta a la que acompañó con caminatas. Así logró bajar 16 kilos en los primeros meses de cuidado.

“Hasta setiembre bajé 48 kilos, octubre y noviembre baje 8 kilos más y actualmente peso 95 kilos”, decía Raúl, quien se siente orgullo de su logro y asegura que ahora su vida cambió totalmente, además de recibir el apoyo de su pareja.

Resaltó que se debe tener mucha fuerza de voluntad para poder llegar al objetivo ya que siempre hay tentaciones por el camino pero se puede ganar siempre y cuando se desea llegar a la meta.

57 KILOS

Logró bajar Raúl en un año, comiendo bien, haciendo ejercicios y teniendo el apoyo incondicional de su pareja.