Podés amar profundamente a tu pareja, pero muchas veces eso no basta para que las cosas marchen sobre ruedas, para eso se necesita fortalecer la comunicación.
A la hora de discutir hay que entender que la idea es llegar a un acuerdo o un punto medio, nada de empeñarse en ganar a toda costa la pulseada.
Si están discutiendo, más vale cerrar el pico y tratar de entender qué es lo que siente y piensa tu pareja, escuchala. Tratá de entender y de encontrar la razón, no de ganar en la discusión y hablar directo sin tantas vueltas.
Es mejor evitar las mentiras que solo acumulan desconfianza, la duda y el resentimiento. Y es el principal veneno de la comunicación. Cuando tu medianaranja está con los pelos de punta por alguna situación conflictiva, lo ideal es esperar y buscar el momento adecuado para conversar.
Es muy importante pensar antes de reaccionar a lo que tu pareja dice o hace, pueden establecer como una de las reglas en la discusión.
Por encima de todo, no lastimes cuando haya una peleíta, evitá comentarios que van a dañar a tu pareja, o traer a colación hechos que sucedieron años atrás.
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