ESPAÑA. Un cuadro del apóstol Santiago que se encuentra en la iglesia de Membrilla, lleva años “tapado” sin exhibir ante los feligreses y visitantes, de la parroquia por ser considerado demasiado sexy y erótico.

Se trata de una pintura de gran tamaño que el artista Antonio Ximénez donó a su pueblo natal, por encargo del antiguo párroco al que le unía una gran amistad. El pintor visitó el lugar y se dio cuenta que su cuadro ya no se encontraba en la Sacristía.

Se dice que pudo ser retirado por ser considerado demasiado erótico, pero el pintor he’i que el personaje que encarna al apóstol se puede admirar con una túnica hasta la rodilla, eso sí de gran belleza. Además se enojó porque se sintió censurado y dio un plazo al párroco actual para que el cuadro sea exhibido o devuelto, recordando que fue un encargo que le hizo su antecesor al que advirtió que la obra la realizaría “con su estilo”.

El pintor define su pintura como superrealista y domina los pasajes bíblicos y mitológicos de forma muy singular, casi siempre en grandes formatos, que simultánea con bellos paisajes llenos de luz y gran colorido. He’i que cuando lo regaló, “la gente estaba tan contenta” y aclara que no busca polémica alguna con la iglesia, pero, dice, que no es agradable que “por decisión de un cura” se impida a sus paisanos admirarlo.

De hecho hace unos días, un escritor que está realizando su biografía y trayectoria pictórica, desplazado hasta Membrilla, quiso ver el cuadro y no se le permitió.