• UN GRAN GIRO. Se inició como ginecólogo y después de unos años terminó en medicina forense, todo comenzó tras el incendio del Ycuá Bolaños

El destino muchas veces nos tiene deparado un camino a seguir en esta vida, cuando decidiste abrazar una carrera universitaria, para traer vidas al mundo, pero terminó dedicándose a descubrir cómo nos vamos al más allá.

El doctor Pablo Lemir (46), por ejemplo, inició su carrera en la medicina como ginecólogo y obstetra, pero la vida le fue llevando hacia otro camino.

Lemir comentó que una vez que culminó las especialidades y al recibir su diploma era un flamante desempleado, y fue así que después de mucho tiempo salió la oportunidad de ingresar al Ministerio Publico. En ese momento descubrió que realmente lo suyo era la medicina legal, así que volvió a quemar las pestañas para la especialización, y se inició como médico forense de calle que tenía a su cargo cuatro ciudades, Lambaré, Ñemby, San Antonio, Villa Elisa.

“Una de las grandes pruebas que tuve en mi carrera fue el día en que me tocó ser el médico forense de guardia y ocurrió el incendio del Ycuá Bolaños, y luego de eso me quedé como director de Medicina Legal”, confesó.

Con el tiempo uno se va acostumbrando a trabajar con los cadáveres, desde el primer año en la Facultad ya te preparan para que puedas soportar los olores, y luego con los equipos necesarios se realizan los trabajos, señaló.

Al consultarle cuál es la tarea más complicada que le tocó como forense, dijo que el momento en que le toca trabajar con niños finados y más cuando se trata de casos de muerte violenta. “En todos los años que llevo como médico si me dieran a elegir qué carrera elegir, no lo dudaría, escogería la Medicina”, rescató.

MUCHOS AÑOS

Es de la promoción 95, lleva casi 23 años como médico de los cuales 16 años lleva como forense del Ministerio Público.