FOTO: VOLVIÓ. Marly Figueredo volvió a sambar el sábado a la noche en los carnavales gua’i luego de un año de ausencia.

LA VIDA ES UN CARNALVAL. La exmodelo Marly Figueredo dijo que ni le va ni le viene que la gente le critique y le pida para colgar las plumas y el conchero.

El fin de semana Marly sorprendió a todos sambando en el corso gua’i. Eso originó que mucha gente ñañala se pongan a criticarla. Pero ella se defiende.

–¿Cómo estuvo tu vuelta a los corsos Marly?

–Estaba nerviosa, pero muy feliz. Esa es mi vida, vivo para mis seguidores. No puedo estar alejada de mi publico al menos por mucho tiempo. La emoción y la alegría de recargarme un poco del cariño de la gente no tienen precio. Me dijeron que no me habían anunciado cuando entramos al sambódromo y de entrada algunas personas no me reconocían, más aun que tenía el casquete ja ja. Pero cuando me veían escuchaba mi nombre y percibía el entusiasmo, es fantástico poder sacarle sonrisas a la gente.

–¿El año pasado no habías sambando verdad?

–El año pasado me casé. Creo que fue la única vez que no participé en una fiesta de carnaval y también los años que fui mamá en mi época de embarazada.

–¿Hubo gente de repente mala onda? La que nunca falta. ¿Qué te haya dicho o escrito del porqué seguís sambando? ¿Porqué ya no te dedicás solo a tu familia?

–Sí, eso siempre. Me dicen que ya no tengo edad, que ya me casé, que nunca dejo el put… o que estoy en otra posición que tengo que dejar eso, dedicarme a la política. Como si fuese que no puedo hacer las dos cosas. Si nadie lo hizo, yo lo haré. Siempre fui de romper reglas y esquemas.

–¿No respondiste esos mensajes?

–Con todo lo que ya pasé, a mí no me van a enseñar a vivir. La vida es mía y es la única vida que tendré y la única oportunidad de hacer lo que siento y lo que me hace feliz. Además la mayoría de las opiniones viene de gente que gustaría estar en mi lugar disfrutando de todo. Porque salgo en foto con fulano, porque ando en entorno de los políticos, se molestan porque sigo trabajando en el ambiente. Entonces ya hago nomás lo que me parece. No se le da el gusto a nadie.

–¿Y tu marido qué te dijo? ¿Te vio sambar?

–Al principio se sorprendió porque creyó que nunca más iban a invitarme y menos que iba a aceptar. Tuve solo un finde libre y llegué a un acuerdo de vestuario y coreografía. Al final se redivierte él detrás mío. Él me dice que soy su estrella. Me acompaña, me apoya, me deja ser yo.

Villarrica, en lugar de divertirse, se moquetean

El carnaval gua’i en su segunda y última semana volvió a tener bolonquis en el palco. Un grupo de ñatos se tonguearon por culpa del lanzamiento de espumas. Los guardias tuvieron que intervenir y echar del lugar a los boxeadores. Hasta Enrique Pavón que hizo de conductor del carnaval se metió en el medio tratando de calmar a los peleadores, pero no hubo caso.

La semana pasada se registró otro hecho similar. En lugar de divertirse se moquetean. ¡Villarrica!