NICARAGUA. Juan Lanzas de 35 años fue acusado de robo agravado, la policía lo torturó y lo metieron en la cárcel. Debido a las heridas que sufrió y como no tenía quién lo cuide en prisión, le amputaron los dos pies debido a una infección.
Unos 22 días después de la amputación, le declararon inocente. Lanzas, quien siempre sostuvo su inocencia, había denunciado un supuesto maltrato policial al momento de ser detenido, el 29 de diciembre pasado.
De acuerdo con la denuncia, sufrió lesiones graves en sus pies durante el arresto, que le impidieron levantarse del baño insalubre de la prisión. Había pasado al menos dos semanas pidiendo atención médica a los policías y no fue trasladado a un centro médico hasta que sus compañeros de cárcel hicieron un escándalo.
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