CANADÁ. Lauren tiene 29 años, y nació con hipopituitarismo, un problema en la glándula hipófisis que le provoca una disminución anormal de las hormonas. Lo que esto le provoca, es que disminuya su deseo sexual. Actualmente la joven está embarazada de cinco meses y es virgen.

Por su enfermedad, enfrentó prejuicios, bullying, críticas y preguntas insólitas pero aún así decidió que quería tener un bebé. La cuestión es que a causa de la enfermedad, la mujer no tiene ganas del “ya tú sabes”, pero como buscaba un bebecito, buscó un donante de esperma para ser madre soltera.

Los problemas de Lauren se remontan a cuando era péndex y se vinculan a su problema hormonal que le produjo un lento desarrollo.

Las broma por ser distinta al resto de sus compañeros la hicieron retraída y tuvo conflictos para relacionarse con el resto.

Así Lauren se decidió a tener un hijo en soledad y sin romper su vida sexual, a pesar de que los médicos le habían dicho que, por su problema hormonal, no podría tener hijos. “Me pasé un año entero en una lista de espera, pensando que nunca llegaría el día. Pero, tras una visita de cinco minutos con un experto en fertilidad, todo cambió”, afirmó la joven.

La futura mamá no niega que las relaciones sexuales le despiertan curiosidad. “Me gustaría descubrir de qué va esto del sexo. Desde que estoy embarazada, ha habido ciertas ocasiones en las que he sentido que quizá estaría bien tener a alguien con quien salir y practicar sexo… A veces, solo por curiosidad, pienso en que podría probar a tener una cita esporádica, pero esa idea se me quita rápido de la cabeza porque veo que no estoy siendo yo misma”, sostiene.