YA LO ESPERABAN. La familia recibió ayer la peor noticia posible: se dio el hallazgo macabro de los cuerpos del abuelo y el nieto desaparecidos
DESDE OCTUBRE. Según uno de los detenidos, que dio la ubicación de dónde enterraron a los secuestrados, ya fueron liquidados ese día
NUEVA TOLEDO. Desde diciembre se conocía el final de la historia. Sabían que tanto Alecio Dresch (73) y su nieto L.F.D. (12) ya no estaban con vida. Sin embargo, los cuerpos nunca aparecían. Las esperanzas por hallarlos y darles una cristiana sepultura era lo que aún movía a una familia destrozada. Pero ayer, un nuevo golpe los sacudió: ambos aparecieron poco más que “tirados” en una fosa común, en medio del monte.
Desde muy temprano se inició un nuevo operativo, como tantos otros se dieron desde finales del año pasado, a partir de la información que se venía manejando luego de la detención de unas ocho personas que ya fueron imputadas por este caso por la Fiscalía, estando todas recluidas.
Jessica Hoffmann (23), quien fuera pareja de uno de los nietos del colono, forma parte de la lista de encerrados por este caso, y se sindica a Josemar Borba Pruzzak (30), actual pareja de la mujer, como uno de los responsables de este crimen.
Allá por el 11 de diciembre, había caído David Pruzzak de Freitas (37), quien relató crudamente a los intervinientes que el colono y el niño fueron asesinados el mismo día en el que fueron secuestrados, un 23 de octubre del 2017.
El cuerpo del chico estaba colocado por encima del cuerpo de su abuelo y así fueron sepultados, en una zona boscosa a 1.500 metros de donde fueron llevados a la fuerza para nunca más volver a ver a sus familiares.
Según la fiscala del caso, el motivo del secuestro sería una venganza
Desde el primer momento para los investigadores no cerraba mucho el caso, principalmente el lado del secuestro. Para la fiscala Zunilda Ocampo, el principal objetivo del rapto de estas dos personas eran con fines de venganza, porque todo apuntaba a que ambos fueron ejecutados ese mismo día en el sitio donde fueron enterrados.
En uno de los mensajes que fue enviado a la familia exigían la entrega de una suma de dinero, y que ndaje iban a liberarlos en la zona de Santa Rosa del Aguaray, sitio totalmente alejado de la zona del secuestro.
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