Muchos dicen que la televisión está totalmente guionada. Es decir, salen frente a las cámaras sabiendo todo lo que van a decir.

Pero es esto lo que vuelve a los conductores una especie de robots, o en términos más fáciles: amargos, sin carisma ha ijargel.

La espontaneidad de los conductores ha llevado a muchos a ser los mejores. Y ni qué decir de parejas de presentadores.

La mejor pareja televisiva hoy por hoy es la de Jessica Torres y Davicho Aguilera, de “Dale Play”. Muchos ya vimos anteriormente el actuar de Jessica, en otros programas. La vimos en varios programas de baile y nos preguntábamos: ¿Es o se hace de la tonta?

Al parecer, el papel de tonta le está dando frutos a Jessica. Su espontaneidad y su locura natural hacen que el programa te enganche, esperando a ver con qué salidas te pueden rematar una joda.

Canta (mal, pero canta), improvisando un ritmo y dándole letra con mensajes. Baila, juega. Todo lo que venga en ese momento. Obviamente, su compañero en la conducción le da pie a tantas locuras dentro de tan poco tiempo. Al final, uno termina riéndose más de los conductores que de los bloopers que pasan.

Pocas parejas en la conducción de un programa podrían hacer esto. Chiche Corte y Paola Maltese, Bicho Riveros y Patty Orué, y hasta Óscar Acosta con María Teresa López hacen buen equipo. El resto se lleva bien, pero terminan siendo más aburridos que una vaca en cancha sintética.

¿Te imaginás a Sanie López Garelli siendo espontánea? ¿ O a Amparo Velázquez que hará dupla con Kike Casanova?

Cráanme, que si las duplas televisivas se mejoran y se hacen más espontáneas habrá programas más originales, porque la originalidad está en hacer las cosas que te salen con espontaneidad y sinceridad, decía alguien por ahí.