• AÚN NO PUEDE HABLAR. El hombre se encuentra entubado, pero su situación mejora considerablemente

El hombre observa detenidamente a los que van a visitarle en el Hospital de IPS. Acostado en la cama, suelta una sonrisa canchera que revela una hilera de dientes que brillan de pulcritud, pero por sobre todo, transmite paz y tranquilidad. Sabe que está ganando su duelo con el más allá, pero que hay que seguir luchando.

Sabe lo que pasó. También que fue tapa de diarios. Entiende por qué –de repente– todos los que entran en su habitación se sorprenden al verlo despierto y hasta ya se acostumbró a escuchar todos los días la palabra milagro.

Don Roberto Rolón, el hombre que el pasado 3 de marzo fue arrastrado por más de 450 metros por la correntada tras caer en un raudal en el kilómetro 17, de la Ruta 2 en Capiatá, al auxiliar a una mujer que cayó antes en las aguas, no tiene dudas que esa sonrisa que suelta es la forma que encuentra de agradecerle a la vida una segunda parte.

Aún no puede hablar debido a algunos tubos que tiene conectado por su cuerpo. Pero sus expresiones dicen más que una palabra. No para de gesticular a sus familiares que cuidan de él en el hospital. Expresa que no ve la hora de salir de alta, según dijo su hijo Roberto.

“A veces hasta se desespera porque quiere hablar, pero no puede. Pero se comunica tranquilamente con señas y gestos con nosotros. Lo que más nos mantiene tranquilos es que nos reconoce a todos. Eso es fundamental”, dijo su hijo Roberto.

Pero hay algo más que tiene inquieto a don Roberto. “Ya quiere salir de alta para ir a casa. Extraña mucho a mis hermanitos. Como son menores no pueden ingresar a su habitación. Notamos que se preocupa por ellos. Él es una persona que vive para sus hijos y a lo mejor esto de que no puede ir a trabajar le tiene así”, comentó.

Cada vez que su “héroe” lo va a visitar, ¡se llena de emoción!

Don Rolón no solo ríe sino que también llora. Y eso se da cuando una persona especial entra a su habitación. El héroe de su vida. O como dicen en la familia, de su primera vida. Hablamos de su primo Hugo Arrúa, quien fue el que le salvó al rescatarle del raudal y hacerle los primeros auxilios que hoy le permiten seguir respirando. “Cuando entra a la habitación se emociona. Le agarra fuerte de la mano. Esa es la forma en que le dice gracias. Sabe que le debe la vida. Es el héroe que tiene en la tierra”, comentó su hijo Roberto, dejándose ganar también por la emoción. “Antes que pase esto, ellos siempre estaban juntos casi todos los días. Y sabemos que se aprecian mucho”, agregó.

Milagro

“Los médicos no se cansan de decirnos que es un milagro de la vida”, había dicho en su momento Fátima Rojas, madre de los hijos de Roberto.

30 minutos

Según le contaron a doña Fátima, el corazón de Roberto paró de latir 30 minutos. Fue ahí que Hugo comenzó a hacerle reanimación cardiopulmonar y ahí devolvió todo el agua.

Grabación

En un video grabado desde un celular se puede ver cómo don Rolón intenta ayudar a una mujer que estaba atrapada en el agua, y de pronto cae y desaparece bajo el intenso raudal.