El 24 de marzo se conmemoró el Día Mundial de la Tuberculosis y el lema de este año fue “No dejar a nadie atrás”. Se busca que los pacientes cumplan con su tratamiento para evitar que puedan contagiar a otras personas.

Esta enfermedad es causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Se trata de una afección curable y que se puede prevenir.

Según la Organización Mundial de la Salud, las personas infectadas tienen un riesgo a lo largo de la vida de enfermar de tuberculosis de un 5-15 por ciento. Cuando alguien desarrolla tuberculosis activa, los síntomas son fiebre, tos, sudores nocturnos, pérdida de peso, entre otros. Estos pueden ser leves durante muchos meses.

Una persona con tuberculosis activa puede infectar a lo largo de un año entre 10 a 15 personas por contacto directo.

En el 2016 enfermaron 10,4 millones de tuberculosis y 1,8 millones murieron. Esta es la enfermedad infecciosa más letal a nivel mundial.