• GRAN GESTO. Milico dijo que hacer el bien es “algo muy maravilloso, te sentís aliviado y con el corazón gozoso”

“Fue algo maravilloso”, empieza comentando Ignacio Daniel Galeano, un militar que trabaja como seguridad en el Banco Nacional de Fomento de Ybycuí, y que se convirtió en un héroe para una pareja de abuelitos.

Ignacio contó a Crónica que el Miércoles Santo estaba haciendo su recorrido alrededor del banco, cuando encontró en medio de la calle una bolsita con documentos y dinero en efectivo. “Levanto y lo primero que pensé es que echaron los de la tercera edad. Cuando reviso me percato que había un 500 mil guaraníes”, dijo.

El militar ingresó al interior del banco y preguntó quién conoce al señor Ramón Hellmann (dueño de la tarjeta). Allí una señora dice que es su vecina, por lo que le orienta para dar con la señora del propietario.

“Hablé con la señora, le comenté que había encontrado sus pertenencias y le pedí que viniera al banco. Llegó y cuando me vio empezó a llorar desesperadamente. Para ella era volver a respirar, porque ya no tenían otra opción”.

Relata que lo primero que le dijo la doña al verlo fue “mi hijo, yo pensé que ya no íbamos a comer un mes, para nosotros es difícil la situación”.

El beneficiario de la pensión es un abuelito que ya está en cama, enfermo, y su señora es quien suele ir a cobrar el dinero. “Si yo gastaba esa plata, cada mil guaraníes iba a ser como un estoque al corazón, porque yo sé bien la necesidad de ellos, convivo todos los días con esa gente”, expresó.

Ni dudó

Ignacio he’i que justo este mes debe pagar una cuenta alta, pero ni aún así dudó en devolver el dinero.

Una experiencia previa que lo marcó a fuego

El milico dijo que dos días antes pasó algo que le llegó al corazón. “El lunes yo estaba en el banco haciendo guardia, había como 500 personas que estaban esperando para retirar plata. Entonces, como no se estaba cobrando, les dije que todavía no se estaba pagando a los de la tercera edad y que venían de balde, ya que algunos vienen sin desayunar y sin pasaje. En eso una señora me dice ‘ndeko che memby ereko he’u haguã, oreko ndoroguerekovéima, upévare roha’aro hína’”. Cuenta que, “eso me tocó ahí dónde más me duele, ya no le pude decir nada. Eso se me quedó en la cabeza”.

“Lo que más me gustó”, he’i que sus padres se emocionaron

Relata que en su familia y en la Academia Militar siempre le inculcaron sobre el don del servicio y los buenos valores.

“Fue maravilloso, yo me siento muy bien. Lo más importante y lo que más me gustó fue que supe que mis padres lloraron de felicidad al enterarse de lo que hice por los abuelitos. A mis padres lo único que les puedo regalar es algo así como esto (el gesto), hacerles sentir orgullosos, porque como no puedo darles algo de valor. Tengo que demostrarles que aprendí lo que me inculcaron”, dijo Ignacio muy emocionado.

Lo recibieron como héroe

Ignacio es oriundo de la ciudad de Pilar y por Semana Santa viajó para pasar con la familia.

“Cuando llegué, todos me felicitaron y me dijeron que estaban muy orgullosos de mí, porque un compueblano haga eso y deje en alto el nombre de nuestro pueblito”, he’i

500 mil guaraníes

Es la plata que encontró el militar y que devolvió a los abuelos para que puedan comer en el mes.