INGUEROVIABLE. Las fotos de las cueronas adornan las paredes de una penitenciaría de Villarrica, como pudo verse en el noticiero

CHOCHAS. La belleza de una mujer es capaz de llegar hasta los lugares más inimaginables, lugares como una cárcel.

En un video compartido ayer en los noticieros del SNT, donde se denunciaba cobro de coima, se pudo observar los pósters de las Bombonazos, las modelos Jennifer Ruiz Díaz y Andrea Araújo, que adornaban las paredes de la penitenciaría gua’i. En ambos pósters, del Diario Crónica, las cueronas enseñan sus envidiables figuras para los ojos de los reos que abundan en el lugar.

Tanto Jenni como Andrea, se mostraron contentas con sus fotos en la mencionada cárcel.

JENNIFER RUIZ DÍAZ

– ¿Viste tu póster en una penitenciaría?

– Sí, lo supe y me parece la mejor motivación que pueden tener en su día a día los muchachos, mi póster (risas).

– ¿Te dio algún susto?

– Para nada, me encanta, es para eso que hacemos las fotos de los viernes de las Bombonazos, para que lo cuelguen y admiren ya sea en un taller mecánico o en una prisión.

– ¿En qué lugares ves normalmente tus pósters puestos?

– En las estaciones, en los quioscos, gomerías, talleres, gimnasios y en diferentes rubros.

– ¿Nunca recibiste alguna propuesta indecente desde la cárcel?

– Tengo que confesarte que sí, increíblemente. Pero nunca di oportunidad ni tiempo a que escriban mucho, ya que al instante bloqueo a las personas que no conozco. En mis redes sociales todo el tiempo es así, hay muchos que se obsesionan y consiguen cómo sea el número.

– ¿Qué te pidieron?

– Piden verme, pero ahí ya les corto.

– ¿Cuál sería ahora el lugar más insólito en donde veas una foto tuya?

– Creo que en un motel (risas). Eso sería motivo de discusión para las parejas que entren al motel, cada mujer quiere ser el centro de atención al entrar en un lugar así, y encontrar un póster así sería todo lo contrario. Espero que no ocurra.

ANDREA ARAÚJO

– ¿Cómo tomaste la noticia de tu póster en paredes de una prisión?

– Me contaron lo de un póster mío en ese lugar pero no lo había visto. Me pareció bastante inesperado.

– ¿Fue la primera que vez que escuchaste algo así?

– Claro. Veo pósters míos por todas partes, talleres mecánicos, lavaderos de vehículos, pero imagínate en un lugar donde solo hay hombres, un lugar como la cárcel, nunca me había imaginado algo así.

– ¿Sentís alguna especie de orgullo por eso?

– Obvio que sí, sea el lugar que sea, los muchachos van a querer tener pósters de las chicas más lindas y conocidas del país (risas).

– ¿Recordás a qué póster corresponde?

– Sí, recuerdo perfectamente. Es un póster que hice con ustedes donde posé como la “musa del Olimpia”, cómo no recordarlo.

– ¿Aceptarías ir a desfilar a una penitenciaría?

– No sabría responder eso, para realizar algo así se tendría que ver muy bien el tema de la seguridad.