VILLA ELISA. Es un clásico en varios puntos del país, los desubicados que con sus megaequipos de sonido se ponen a romper la paciencia de la gente que quiere descansar tranquilamente. Si bien son claras las leyes sobre polución sonora, estos inadaptados, que se escudan bajo el rótulo de fanáticos del tuning, les calienta un pepino nada.
Y como nadie hace nada para frenarlos, doña Estefanía Careaga, que no podía hacer dormir a su hija enferma de solo un año por culpa de unos ñatos que le daban al trago frente a su casa con música a todo volumen, tomó el toro por las astas.
“Ese día mi hija de un año y tres meses de edad estaba con fiebre, entonces cuando por fin logró conciliar el sueño empezaron a poner la música superfuerte y se despertó llorando”, he’i.
Llamó a la Policía pero nadie apareció, entonces decidió conectar su manguera y les regó al rollo. “Les mojé sus equipos de sonidos y a ellos, uno cruzó la calle y quiso agredirme, pero justo apareció una patrullera”, contó la doña en un posteo en las redes.
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