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La otra cara de la moneda: “Mi hija me dice que no llore más”

La otra cara de la moneda: “Mi hija me dice  que no llore más”
  • DOLIDA. “Este señor me quemó como persona sin qué ni para qué. Ahora, quién sabe si me quieran dar trabajo otro lado”, dijo muy triste

Lo primero que Gissel Amarilla Martínez (27) hizo al llegar a su casa tras lo sucedido, fue abrazar a su pequeña hija de 8 años y decirle “te amo, y voy a luchar por vos cueste lo que cueste”. La mujer es la misma que quedó sin trabajo por culpa de un incidente que tuvo con un cliente que le reclamó 200 guaraníes de vuelto. Agregó que su caso es uno de los miles que existen con relación a los que sufren las cajeras. “Me arruinó la vida ese señor, con su video me quemó como persona sin qué ni para qué. Ahora, quién sabe si me quieran dar trabajo en otro lugar”, dijo muy triste.

– ¿Qué fue lo que pasó según vos, Gissel?

– Mi caso es uno de los montones de problemas que pasan las cajeras. Yo simplemente le dije a este señor Marcelo Fretes Vera, quien es militar, que no tenía monedas para su vuelto. Por esa razón fue que no le vendí luego el producto. Luego me exigió factura, y cómo le voy a dar factura si no le vendí el producto, eso hay que dejar en claro, yo no le vendí nada justamente porque no tenía para su vuelto. Me trató de ladrona. Primero pensé que me estaba bromeando, después ya me habló muy fuerte, hasta llegué a pensar que me iba a pegar.

– ¿Y qué pasó después?

– Él solo quería grabar con su celular y lo hizo. Me trataba de ladrona y eso me afectaba mucho. Era un feriado (1 de mayo), a la medianoche, solo estaba trabajando y me trata de delincuente, me puso muy mal. Le dije que se vaya a quejar con la gerencia de la empresa si quiere. Lo hizo y me despidieron. Soy una persona que luchó toda su vida para salir adelante y esto sinceramente me dejó por el piso. No sé qué hacer, soy madre soltera, los estudios de mi hija dependían de ese trabajo.

“Le dicen a mi hija que su mamá es una ladrona”

LLANTO. Luego del incidente lo primero quehizo la cajera al
llegar a su casa fue abrazar y llorar por su hijita.

– ¿Qué fue lo que más te dolió?

– Imagínate. Me graba y me trata de ladrona. Alzó en las redes sociales. Me quemó injustamente como persona, y encima quedé sin trabajo, pero lo que más me duele es que mi hija también sufre por esto.

– ¿Qué pasó con ella?

– En la escuela le dicen a mi hija que su mamá es una ladrona. Imagínate el daño que está sufriendo por culpa de lo que hizo este señor Fretes. Ahora ella no quiere ir a sus clases, seguramente es por eso. Es lo que más me duele. Ella entiende todo porque me dice que no llore, que no me preocupe, que saldremos de esta, y que a ella no le importa lo que la gente diga porque sabe que su mamá no es así.

“Ojalá no me cierren las puertas”

“Ojalá no me cierren las puertas por lo que pasó. Yo solo quiero trabajar por y para mi hijita. A mí lo que más me preocupa es que ella deje de estudiar porque ya no pueda pagar sus clases. Me dolería mucho eso”, dijo Gissel.

– ¿Pudiste hablar con el cliente en cuestión tras lo sucedido?

– Yo le mensajeé y le pedí por favor que borrara el video de las redes sociales, que a mi hija le molestan por culpa de eso y que también necesitaba el trabajo. Me envió una carita burlona. Luego, me llama su abogado y me dijo que ellos pueden demandarme porque supuestamente yo no le quise dar factura, y cómo le voy a dar si yo no le vendí nada. Le dije que me están quemando como persona.

– ¿Pensás realizar algo al respecto?

– Me aconsejaron iniciar una demanda, pero estoy pensando, no sé. Un abogado me está asesorando.

El video que le costó el laburo a la cajera

El video se volvió viral en las redes sociales generando visiones confrontadas y varios comentarios. El cliente entró a la estación de servicios para comprar una botellita de agua mineral. La cajera del local le preguntó si tenía justito para pagar por el agua porque no tenía monedas para el vuelto. “No te voy a vender porque no tengo monedas”, le dijo. El militar alzó el video denunciando que no le dieron de vuelto su 200’i. Tras esto, la cajera fue despedida.

CUATRO MESES

Hace cuatro meses que Gissel trabajaba en la estación de servicios y dijo que nunca tuvo problemas con nadie.

SOSTÉN

Comentó que los estudios de su pequeña hija dependían de lo que ganaba trabajando. Ahora no sabe qué hacer.

TODO UN TEMA

Dijo además que muchas veces las cajeras tienen que aguantar muchas cosas, como insultos de los clientes.

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