ÑEEMBUCÚ. En cuestión de minutos, tras una fuerte lluvia, varias zonas de la cuidad de Pilar quedaron nuevamente con el agua hasta las rodillas, en una situación que a pesar de todos los esfuerzos de las autoridades se repite una y otra vez.

Bastaron unos minutos para que todo quedara inundado. Las calles se convirtieron en verdaderos brazos del río Paraguay y, como siempre pasa, los más afectados son aquellos pobladores que viven en las zonas más bajas de la ciudad.

Una situación muy similar se vivió en Ayolas, en donde un fuerte temporal dejó varias casas destechadas y árboles caídos, lo que generó que en distintos sectores se quedaran sin energía eléctrica por la caída de los cables, a pesar de estar a solo metros de la hidroeléctrica Yacyretá.

Durante todo el día los personales de ambos municipios tuvieron la ardua tarea de retirar las ramas caídas en distintas zonas y de esa manera habilitar las calles obstruidas, por las enormes ramas, se espera que en los próximos días sigan las lluvias y las bajas temperaturas.